Escena idealizada de la Fundación de Caracas, obra de Tito Salas y ubicada en el Panteón Nacional de Venezuela.

EL VIAJE AL EDÉN

La expedición con la que finalmente los dioses barbudos ocuparon el hermoso valle que está al pie de la montaña cinética no se debió al acaso o a la casualidad. Desde 1548 empezaron a correr serios rumores de que en aquel valle de los indios caracas había grandes minas de oro que los indígenas cuidaban con furia. También tuvo mucho de aquellas marchas que llevaron a los europeos hasta Jerusalén para arrebatársela a los que consideraban indignos de ser los amos de aquellos espacios sagrados. Al fin y al cabo solo había pasado un suspiro desde aquellos días de las Cruzadas, y en la mente de muchos españoles estaba la idea de que habían atravesado el océano para redimir a los indígenas que aún no conocían el mensaje de Dios.