Tirano de sombra y fuego: Lope de Aguirre

TIRANO DE SOMBRA Y FUEGO (I)

Las Indias, América, el Nuevo Mundo, se fueron forjando poco a poco como un espacio distinto a todo lo que hasta entonces había existido. Un espacio en el que se mezclaron muchos espacios y muchas formas de pensar y de actuar. En 1532, en Salamanca, Francisco de Vitoria, profesor de teología, había negado de plano el derecho de España a ocupar las tierras americanas, o indianas, o como quiera que las llamaran. Proclamaba que no puede adquirirse por ocupación nada que sea de alguien, y esas tierras eran de los indígenas

Ruinas de Nueva Cádiz, en Cubagua

EL TANTEO POR ORIENTE (I)

Aquellos falsos dioses barbudos, con piel y cabeza de metal, viajaron hacia el Occidente para convertirse en señores, que no lo eran en España, y los señores tenían no solo riquezas, sino trenes de servidumbre para satisfacer todas sus necesidades. Por lo tanto, esos nuevos señores necesitaban esclavos, pero no solo para satisfacer sus caprichos, sino para hacer las fortunas con las que soñaban. Así nació en régimen de Encomienda de Indios, copiado de los señoríos medioevales y cuyo fin era “proteger” a los pobres indígenas, de paso, servir militarmente a la corona.

Desenbarco de Colón

EL SONIDO DE LAS SOMBRAS (II)

Para simplificar: Dos formas culturales que se dieron un Topetazo de Padre y Señor Nuestro, y aunque quieran decir lo contrario, ambas salieron maltrechas. Una más que otra, pero las dos se llevaron lo suyo. Los habitantes que hoy llamamos “precolombinos” perdieron su personalidad y su poder y sus riquezas. Y hasta sus vidas. Los españoles, si bien se enriquecieron en lo inmediato, muy poco tiempo después descubrieron que eran otros los que habían ganado en riqueza y en poder. Como suele suceder, aquella inundación de riquezas pasó sobre la superficie de España, se llevó todo lo que pudo, como un aluvión, y dejó el territorio español venido a menos mientras ganaba el resto de la vieja Europa.