La terraza fluvial permanece solo como un punto de referencia, a salvo de las inundaciones y deliciosamente temperada por la brisa, hasta que en 1723 llegaron otros dos capuchinos, fray

por Eduardo Casanova Sucre
La terraza fluvial permanece solo como un punto de referencia, a salvo de las inundaciones y deliciosamente temperada por la brisa, hasta que en 1723 llegaron otros dos capuchinos, fray
Y si hay algún capítulo de la Historia de Venezuela que merece ser tratado por novelistas y no solo por historiadores (y que de hecho ya lo ha sido) es
No todo en la Historia de Venezuela ha sido solemne y trascendente, como pretenden algunos historiadores, que más que historiadores suelen ser novelistas sin imaginación. Ha habido más de un
“Agonía”, palabra que el español tomó del latín y el latín del griego, en su acepción original, significa lucha, combate. Y en verdad Coro, hoy una de las ciudades más
Entre los descendientes de Diego de Losada hubo muchísimos próceres venezolanos, como el primer presidente del país, Cristóbal Mendoza (Suárez, Ramón Darío, “Historial genealógico del Doctor Cristóbal Mendoza, 1772-1829”. Sociedad
Carmen Clemente Travieso, a partir de la descripción hecha por el capitán D. Bernardo de Vargas Machuca (publicada en Madrid en 1892), da una serie de detalles de la ceremonia
Para algunos historiadores e investigadores, la ceremonia del conquistador, la fundación de la ciudad propiamente dicha, con sus ritos y sus pompas, tuvo que ser en lo que hoy es
¿Y la fecha de fundación de Caracas? Eso sí que no lo sabe nadie, pero no debe ser tan difícil adivinarla. Sabemos que Losada arribó a El Valle (que como
La expedición con la que finalmente los dioses barbudos ocuparon el hermoso valle que está al pie de la montaña cinética no se debió al acaso o a la casualidad. Desde 1548 empezaron a correr serios rumores de que en aquel valle de los indios caracas había grandes minas de oro que los indígenas cuidaban con furia. También tuvo mucho de aquellas marchas que llevaron a los europeos hasta Jerusalén para arrebatársela a los que consideraban indignos de ser los amos de aquellos espacios sagrados. Al fin y al cabo solo había pasado un suspiro desde aquellos días de las Cruzadas, y en la mente de muchos españoles estaba la idea de que habían atravesado el océano para redimir a los indígenas que aún no conocían el mensaje de Dios.
Tanto Cumaná como Coro, aunque estaban, como Caracas, ubicadas en el Norte del territorio que se estaba convirtiendo en Venezuela, tenían el defecto de ser demasiado vulnerables al ataque de los piratas, especialmente los ingleses, que pululaban en el Mar Caribe. Por otra parte, Cumaná estaba muy al Este y Coro muy al Oeste del país (aunque inicialmente fue dividido en dos provincias, una correspondiente Cumaná y la otra a Coro, ya en aquellos días reclamaba la unidad que alcanzó en 1777), y parece obvio que el centro político y administrativo de ese conjunto debería estar más bien en el centro geográfico.