Tirano de sombra y fuego: Lope de Aguirre

TIRANO DE SOMBRA Y FUEGO (I)

Las Indias, América, el Nuevo Mundo, se fueron forjando poco a poco como un espacio distinto a todo lo que hasta entonces había existido. Un espacio en el que se mezclaron muchos espacios y muchas formas de pensar y de actuar. En 1532, en Salamanca, Francisco de Vitoria, profesor de teología, había negado de plano el derecho de España a ocupar las tierras americanas, o indianas, o como quiera que las llamaran. Proclamaba que no puede adquirirse por ocupación nada que sea de alguien, y esas tierras eran de los indígenas

Desenbarco de Colón

EL SONIDO DE LAS SOMBRAS (II)

Para simplificar: Dos formas culturales que se dieron un Topetazo de Padre y Señor Nuestro, y aunque quieran decir lo contrario, ambas salieron maltrechas. Una más que otra, pero las dos se llevaron lo suyo. Los habitantes que hoy llamamos “precolombinos” perdieron su personalidad y su poder y sus riquezas. Y hasta sus vidas. Los españoles, si bien se enriquecieron en lo inmediato, muy poco tiempo después descubrieron que eran otros los que habían ganado en riqueza y en poder. Como suele suceder, aquella inundación de riquezas pasó sobre la superficie de España, se llevó todo lo que pudo, como un aluvión, y dejó el territorio español venido a menos mientras ganaba el resto de la vieja Europa.

Fragmanto de mapa de Juan de la Cosa

EL SONIDO DE LAS SOMBRAS (I)

Venezuela, o Veneçuela, que es como aparece nombrada por vez primera en el mapa dibujado por el cartógrafo español Juan de la Cosa en 1500, cuando regresó a España después de recorrer las costas del extremo Norte de la América del Sur en la expedición de Alonso de Ojeda (1499), puede haber tenido varias fechas de nacimiento. Puede haber nacido cuando se unieron las partes que hasta entonces habían estado separadas y se creó la Gran Capitanía General de Venezuela, en 1777. O cuando a Vespucio se le ocurrió , si es que es cierto lo que se cuenta, aplicarle a un caserío lacustre el remoquete de pequeña Venecia, o Venecia venida a menos, o Venecia de pacotilla. O cuando los españoles pisaron por vez primera su suelo, posiblemente en Macuro o en algún lugar cercano, el 5 de agosto de 1498. O muchísimo tiempo antes, en una fecha inimaginable que se ubica entre brumas y tinieblas, cuando a sus costas o a sus tierras llegaron por vez primera los seres humanos, descendientes de otros que mucho tiempo atrás habían salido de lo que hoy llamamos Asia para atravesar el Estrecho de Behring, que entonces no estaba cubierto por las aguas, y luego dirigirse hacia el Sur e ir poblando día a día este inmenso continente que hoy, por un error histórico, llamamos América.